Angustia

Hoy las cosas van mal. Ya desde hace un par de semanas tengo esa sensación desagradable que algo no va bien. Esta semana, hasta ayer, todo parecía normal, y yo bajé la guardia. Pero hoy soy más pesimista. Hoy tengo angustia.

Pero por suerte mantengo el humor, y mucho me ayuda mi memoria. Recuerdo una fiesta a la que fuimos hace algunos años. Era en un taller de artistas. Olvido los detalles pero me imagino que el objetivo de la fiesta era recaudar fondos para mantener el taller.

Lo cierto es que los sospechosos de siempre íbamos a la fiesta y discutíamos en el auto nuestras nuevas personalidades. A Martín lo conocían, pero para él era fácil ocultar su estatus de estudiante de economía y sacar su perfil de cantante (en esos tiempos tenía una banda). Yo tenía el papel de poeta frustrado, algo que se acercaba a mi realidad. El distinto era Guz, que en esos días era muy tímido. A él le dimos la personalidad de nieto (¿o era sobrino?) de Guayasamín. La aceptó a regañadientes, pero nos divertimos mucho.

Guayasamín es, claro, el autor del cuadro que encabeza este post. Se titula Angustia.