Siempre creí necesario empezar con una introducción a mi vida y casi con la publicación de un currículum y alguna historia que me identifique. Pero en esta ocasión simplemente pensé que debería cambiar la foto en mi perfil. La encuentro un poco seria, ahora que tengo dos blogs (Así es, mediante mi control del infinito espacio virtual planeo mi dominio de los medios de comunicación, y eventualmente: ¡el mundo!).Tengo otras opciones. Esta es un poco más informal, pero, además de parecer maestro parrillero, se me ve un poco peligroso, ¿no creen?
También está esta otra foto, recortada de una con mi familia, en medio del frió invierno neoyorkino. De hecho, los pequeños copos que están presentes (aunque dudo que los aprecien) son de la primera nevada del 2004.
¿Mi sonrisa se ve un poco falsa?
Tiene mucho que ver con posar demasiado tiempo en el frío
A la izquierda:Buenos Aires, con mi ídolo, Homero. Debe tener un par de años. A la derecha mi foto de graduación. No está mala, pero odio esas fotos a la pasada, mientras camino. Típico: te recomiendan que mires a la cámara y sonrías, pero tu mente está en que te acabas de graduar después de dos años de esfuerzo, además la noche anterior dormiste solo tres horas y no has tomado café porque estabas apurado y emocionado. Típico:
En esta, obviamente gané la partida, pero es un poco informal. Sigue siendo una de mis favoritas, y muestra mi faceta competitiva. Odio perder en ajedrez, y odio perder en racquetball.
No recuerdo donde estoy en esta foto. La verdad tampoco recuerdo que año es. Pero debe ser de hace unos tres años, y por algún motivo recuerdo que había una playa en las cercanías.
Sin embargo, si, en efecto, había una playa en las cercanías, ¿por qué estoy con mis pantalones largos y no con shorts?
Aquí me pueden ver como normalmente yo veo al resto del mundo, a través de una copa de vino. No quedó tan bien como quisiera. Eso pasa cuando le das tu cámara a manos inexpertas.
No me convence ninguna. Necesito nuevas fotos.
2 comentarios:
La primera es buena, pero es cierto que te ves peligroso. Luego, la última con la copa también, pero raya en el alcoholismo... jajaja.
Creo que la mejor es la de la graduación!! qué importa que no hayas estado atento a ella... mejor... uno nunca puede decir tantas cosas con los ojos.
Tambien me gusta la de la graduación, pero creo que mi sonrisa se ve muy estúpida. Tal vez porque me sentía estupido en ese momento, con mis dos neuronas cansadas y posiblemente aún alcoholizadas, conduciendo a altas velocidades en mi cerebro (causando que el resto de los actos simples, como caminar y sonreir, funcienen despacio), acercándose peligrosamente la una a lo otra, posiblemente escuchando la radio a todo volumen. ¿Y si se chocan?
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