Primero, los números fríos: Estoy en la izquierda, a la mitad del camino hacia el comunismo (un puntaje de 4.88) y bastante más pegado al liberalismo (ahí, cerca del anarquismo) con 6.97 puntos.
Para ponerlo un poco en perspectiva, de acuerdo a la información que nos facilitan los creadores del test, mi ideología política se aproxima a la del Dalai Lama, pero no estoy lejos de Mandela ni de Ghandi.
Opuestos a mí, es decir a la derecha y bordeando el fascismo, encontramos a Thatcher, Bush y Ariel Sharon.
Veamos ahora mi punto de vista. Filosóficamente, es verdad que comparto las ideas socialistas, pero entiendo que no funcionan como modelo político. Pero en realidad no es culpa del socialismo (por tanto tampoco es culpa de quienes lo pensaron y pusieron en práctica). Tampoco creo en el capitalismo. Ya sé, alguno va a decirme que el capitalismo no es un modelo político, si no uno económico. Pero sigue siendo la antípoda del socialismo (Aunque eso me lleva a la duda, pues en varios países existe un partido socialista en la política. ¿Existirá también un partido capitalista en alguna parte?)
No quiero clasificarme de antipolítico. Como en la religión, creo que cuando está organizada, puede ser útil. Desafortunadamente, también estoy de acuerdo con las palabras de O’Rourke:
“A los políticos les interesa la gente, lo cual no siempre es una virtud. También a las pulgas les interesan los perros.”
Yo no he votado jamás en mi vida, principalmente porque toda mi vida adulta estuve fuera de Bolivia, pero son contadas las ocasiones que me hubiese gustado votar en las elecciones de alguno de los países en que me tocó vivir. Como ejemplo reciente, por una parte quería participar en las últimas elecciones de Estados Unidos, pero por las razones equivocadas. No quiero discutir ahora todo lo bueno y lo malo que tiene el sistema bipartisano estadounidense, pero al tener solo dos candidatos, ninguno de ellos verdaderamente creíble, quería votar solamente para alejar al presidente actual de una posición en la que tenga poder para tomar decisiones que le afecten al mundo en forma negativa. En realidad, siempre me agradó no tener que votar.
Entonces, ¿Qué hay con el test que tomé? Lo encuentro correcto. Mi ideología general está de acuerdo con los resultados. Me considero, ya lo dije, izquierdista. En cuanto a ser anarquista, pues yo creo que hay momentos para cambiar los esquemas y momentos para romperlos.
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